“El Loro Maestro”
En la parte sur de la bella Cajamarca, hay un pueblito de casitas blancas con rojas tejas o brillantes hojas de palmeras que están libres de los ardientes rayos del sol. Debido a la fresca sombra que reciben los altos cocoteros, los platanares serranos, etc.
Por allí bajaba el agua en pequeños riachuelos los pequeños ruidos de las piedras y quijarras (piedras planas) rozando por el río.
En ese pequeño pueblito había una escuelita en donde un personaje muy conocido llamado “ Don Mariano Iberico Rodríguez” a quien todos estimaban y apreciaban mucho por todas las duras obligaciones que tenía en su escuela.
Todos los maestros lo querían mucho, los maestros enseñaban: a multiplicar, dejaban poca tarea, pero ese enseñamiento fue jugando, cantando, pero así aprendía mejor y con más ganas de estudiar.
Todas las tareas, Don Mariano, tenía un criadito que le traía siempre un pedazo de pan con chocolate y no se olvidaba de compartir con su loro.
En aquella escuela Don Mariano tenía un loro, pero en el afán de los niños le pusieron el nombre de Perico, siempre estaba colgado en la puerta de la escuela.
Un día por casualidad un alumno se encontraba fuera de la escuela y exclamó ¡Maestro que vuela perico!.
Todos salieron a ver todos ya no tenía remedio, Perico parecía una esmeralda volando a lo lejos. Don Mariano dijo ya no tiene remedio.
Regresaron a continuar sus obligaciones, pasaron los días y Don Mariano extrañaba la ingratitud de Perico.
Un día Don Mariano salió a dar un viaje por los alrededores, que eran los pueblos más cercanos que quedaban a unos 70 Km. de distancia, cogió su caballo, justo entrando por un bosque eso de las 2:00 p.m. de la tarde hacía un calor insoportable.
Don Mariano escuchaba cantos de una escuela en medio del bosque, al principio pensaba que era una alucinación, pero cada vez que iba avanzando más y más se iban escuchando las voces cada vez más fuerte. Don Mario detuvo su caballo para escuchar mejor y en eso salió una bandada de loros de un árbol, cantando ba-be-bi-bo-bu y la-le-li-lo-lu y por detrás iba un hermoso loro que se paró en unas ramas, se echó a volar y pasando por lado de Don Mario dijo:
¡Soy Perico Don Mario y ya tengo una escuela!
Categoría “C”
Segundo Puesto
Nombres Y Apellidos: Luisa Raquel, Colina Paredes
Centro Educativo: Mariano Iberico Rodríguez
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