Historias Latinoamericanas
Esta leyenda sobre el origen del linaje Inca, es más antigua que la de Manco Cpac y Mama Ocllo y es además más cercana al pensamiento andino.
Esta leyenda sobre el origen del linaje Inca, es más antigua que la de Manco Cpac y Mama Ocllo y es además más cercana al pensamiento andino.
Fue recogida entre otros, por el cronista Juan de Betanzos
en el año de 1550 aproximadamente y redactada en lenguaje moderno por el
historiador Luis E. Valcercel y publicada en 1984 en Historia del Perú antiguo.
Antes de los Incas el Cuzco era un pueblo conformado por 30
moradas habitadas por 30 ayllus cuyo señor de este pueblo se dice Alcaviza; los
demás terrenos aledaños eran solo ciénagas y a siete leguas de este se
encuentra el cerro Tamputocco o Tambotoco que tiene tres cuevas
De una de ellas... Pacaritambo (“Casa de la Producción”,
"Posada del Amanecer" o "Casa del Escondrijo"), salieron
cuatro parejas de hermanos y sus tribus: Ayar Cachi y Mama Huaco , Ayar Uchu y
Mama Ipacura o Cura, Ayar Auca y Mama Raua y Ayar Manco y Mama Ocllo.
Es interesante señalar que en la versión de Guamán Poma de
Ayala ,Mama Huaco es mencionada como la madre de Manco Cápac y se alude a una
relación incestuosa entre estos.
"En el análisis psicoanalítico del mito no se dan las
dos prohibiciones fundamentales, la del incesto y la del parricidio y más bien
se hace manifiesta la existencia de una red de relaciones fraternas en la que
el incesto aparece dado. En este mito no existe la pareja conyugal, solo el
binomio madre/hijo o hermano/hermana. Dentro de tal sistema de relaciones, la
interdicción realizada por el padre en el interior del triángulo está ausente.
El sistema de parentesco presente en el mito de los Ayar parece implicar, desde
esta perspectiva, una relación dual entre el hijo y la madre" (Hernández y
otros, 1987).
A la espalda del cerro Huanacaure sembraron papas esto
denota que estos hermanos Ayar eran eminentes agricultores puesto que sembraban
y al termino de sus cosechas emprendían el viaje nuevamente en busca de paramos
más fértiles y desde la cumbre del cerro Huanacaure, Ayar Cachi con el poder de
su honda, lanzo una piedra contra un cerro y lo convirtió en una quebrada,
después hizo lo mismo con tres cerros más, completando así los 4 puntos
cardinales.
Sus hermanos vieron su fuerza y desconfiando de él “lo
enviaron a traer objetos de oro de Pacaritambo y lo encerraron”. Luego de
deshacerse de Ayar Cachi, vivieron el lapso de un año en Huanacaure. Mama
Huaco, pasó a ser otra “esposa de Ayar Manco”. Luego del año, convinieron en
que el sitio no les satisfacía y pasaron a media legua más cerca hacia el
Cusco, en otra quebrada en donde permanecieron otro año, desde el cerro
denominado Matagua, miraban el valle del Cusco y a los pobladores y súbditos de
Alcaviza. Como les parecía un buen sitio, acordaron conquistarlo y poblarlo.
Acordaron además, que uno de ellos tenía que quedarse en Huanacaure,
convertirse en ídolo, para interceder ante el “sol, su padre, para que los
guardase y aumentase y diere hijos, y los enviase buenos temporales”. “Ayar
Uchu mostró alas grandes” y se ofreció.
Regresaron al cerro Huanacaure y Ayar Uchu voló. “Luego de
estar en los cielos, regresó Ayar Uchu y le dijo a Ayar Manco, que se
renombrase Manco Cápac, porque así lo mandaba el Sol y que fuera al lugar que
habían visto que los pobladores los recibirían bien y que poblase allí ; que le
daba a su mujer Mama Cura para que le sirviese dicho esto, Ayar Uchu “tornóse
en piedra con alas”.
Así, este hermano se transformó en una huaca de piedra, que
tomó el nombre de Huanacaure y se constituyó en el objeto central del culto
allí prestado; mientras Áyar Manco, le pidió a Áyar Auca, que gozaba de la
facultad de volar por los aires , se trasladara donde actualmente se encuentra
el Coricancha y se instalara en él.
Cuando así lo hizo este último hermano, también se convirtió
en piedra y tomó simbólicamente el lugar, lo que estimuló a Áyar Manco a
emprender las acciones bélicas definitivas para apoderarse materialmente del
Cusco.
Los incas se dedicaron entonces a recorrer los alrededores
en busca de tierras fértiles que constituía la finalidad de su peregrinación En
Huaynapata la barreta de oro arrojada por Áyar Manco -según algunos por Mama
Huaco - se hundió plenamente, lo cual demostró la calidad cultivable de su
suelo y provocó la decisión de los incas de apropiarse del lugar.
Manco Cápac, Ayar Auca y las cuatro mujeres fueron al Cusco
a ver a Alcaviza. Antes de entrar a sus tierras, en un poblado cercano llamado
Acamama, Mama Huaco golpeó a un indio con “un haybinto (boleadora) y matóle y
abrióle de pronto y sacóle los bofes y el corazón, y a la vista de los demás
del pueblo hinchó los bofes soplándoles…”.
Los indios temerosos, huyeron al valle de los Guallas de la
figura femenina de Mama Huaco y lo que podría significar y representar en el
orden sociopolítico de los incas. Ella fue el prototipo de la mujer varonil y
guerrera, en oposición a Mama Ocllo, segunda pareja de Manco Cápac.
Cabello de Valboa cuenta que Mama Huaco hacía el oficio de
valiente capitán y que conducía ejércitos. Esta característica masculina se
explicaba en aymara con la palabra "huaco", que en dicho idioma
representa a la mujer varonil que no se amedrenta ni por el frío ni por el
trabajo, y que es libre.
Según Sarmiento de Gamboa, los cuatro dirigentes que
comandaron los ayllus en la llegada al Cusco fueron Manco Cápac, Mama Huaco,
Sinchi Roca y Mango Sapaca. Es importante recalcar que Mama Huaco es nombrada
entre los cuatro jefes del grupo. No interesa saber si los hechos fueron
verídicos o míticos, lo importante es analizar la estructura social que la
leyenda sugiere. En esta coya hallamos a la mujer tomando parte activa en la
conquista del Cusco, luchando junto a los varones y capitaneando un ejército.
De ahí pasaron al Cusco, en donde hablaron con Alcaviza,
quien los aceptó.
Hicieron su casa, en donde “está ubicado el convento de
Santo Domingo”, para “los dos y las cuatro mujeres”. Con semillas que “trajeron
de Pacaritambo”, se dedicaron a sembrar maíz. A los dos años, murió Ayar Auca,
quien no tuvo hijos.
Manco Cápac y Mama Ocllo , tuvieron un solo hijo Sinchi
Ruq'a . Cuando este príncipe tenía 15 o 16 años, murió Manco Cápac . Cinco años
más tarde, murió Alcaviza. Cuando Sinchi Roca tenía 20 años, se casó con Mama
Coca, “hija de un cacique Señor de un pueblo que está a una legua del Cusco,
que llama Zañu, en la cual señora tuvo a Sinchi Roca un hijo llamado Lloque
Yupanqui”
seria excelente que esta obra se llevbara a las pantallas de television en version telenovela.,,, porque ya las mismas historias de telenovelas aburren un poco.... definitivamentre tendriua un gran expectativa y un buen rating.
ResponderEliminarbuena idea
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