Cuento: El carpintero
Imagen Educarte
Transcrito por
Ruth Vásquez
Orlando Goicoechea reconoce las maderas por el olor, de qué
árboles vienen, qué edad tienen, y oliéndolas sabe si fueron cortadas a tiempo
o a destiempo y les adivina los posibles contratiempos.
El es carpintero desde que hacía sus propios juguetes en la azotea
de su casa del barrio de Cayo Hueso. Nunca tuvo máquinas ni ayudantes. A mano
hace todo lo que hace, y de su mano nacen los mejores muebles de La Habana:
mesas para comer celebrando, camas y sillas que te da pena levantarte, armarios
donde a la ropa le gusta quedarse.
Orlando trabaja desde el amanecer. Y cuando el sol se va de
la azotea, se encierra y enciende el video. Al cabo de tantos años de trabajo,
Orlando se ha dado el lujo de comprarse un video, y ve una película tras otra.
No sabía que eras loco por el cine le dice un vecino.
Y Orlando le explica que no, que a él el cine ni le va ni le
viene, pero gracias al video puede detener las películas para estudiar los
muebles.
GRACIAS POR EL FRECUENTE ENVIO DE CUENTOS, SU SELECCION ME GUSTA MUCHO
ResponderEliminarHacer todo con las manos y educar a la imaginación para que no lo gane a uno el mundillo audiovisual y menos el virtual.
ResponderEliminarGracias por el envío.
ResponderEliminaratentamente.
julio pareja v.