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sábado, 28 de septiembre de 2013

Decálogo del Escritor, de Augusto Monterroso

Tomado de Falsaria
Transcrito por Ruth Vásquez

Algunos dicen que para ser un escritor solo hace falta eso, escribir.
       
Otros, un poco más apocados, plantean reglas, métodos, dinámicas de trabajo o, como mínimo, leer un libro (como mínimo) al mes. No cualquier libro. Como sea, escribir, o escribir bien, es, a gusto de quien teclea estas líneas, la ciencia de la paciencia. Y como toda ciencia es bueno tener algunas pautas interesantes a la hora sentarte y plasmar sobre el pape (o pantalla) tus primeras líneas.
En este sentido, Augusto Monterroso nos da diez (o doce) concejos para tener en cuenta.

Primero.
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.
Segundo.
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Me encanta Dios, cuento de Jaime Sabines

Tomado de cuentos no clasificados de la Página de Cuentos
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos. 


Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida - no tú ni yo - la vida, sea para siempre. 


lunes, 16 de septiembre de 2013

Fura-Tena, Leyenda muza, de Colombia.

(La Leyenda del origen de las esmeraldas)

Transcrita por Ruth Vásquez

Tras crear al mundo, Are se extasió con su creación; sin embargo percibía que no estaba del todo completa aun.

Caminando por un río vió unos juncos y tomando un par de ellos, inspirado, formó con uno una figura esbelta, graciosa y bella a la que llamó Fura, mujer; del otro junco elaboró a Tena, hombre. Con su soplo las figuras cobraron vida convirtiéndose en una bellísima pareja. Are les animó a reproducirse por tiempos sin fin, manifestándoles que serían siempre felices, sin conocer el dolor, las enfermedades, las desdichas o la muerte siempre y cuando respetaran su mandato de ser fieles.

 Fura y Tena vivían felices en el precioso valle, poblando la tierra....

viernes, 13 de septiembre de 2013

Ramiquirí e Iraca, Leyenda muisca o chibcha, de Colombia.

Transcrita por Ruth Vásquez

El cacique de Iraca y su sobrino Ramiquirí gobernaban sobre la tierra en una noche absoluta.
Para resolver la situación, el cacique de Iraca decidió que su sobrino ascendiera sobre los cielos y trajera la luz. Este se dirigió vertiginosamente hacia las alturas y de pronto se transformó en un astro incandescente y luminoso: Ramiquirí se había convertido en el sol.

Pero su tío no estaba satisfecho del todo pues una parte del día se hallaba aun en tinieblas y esto le recordaba a la humanidad, con miedo y tristeza, la época en que todo era tinieblas.

jueves, 12 de septiembre de 2013

El árbol de la vida o el árbol de todos los frutos

¿Donde queda el Cerro Autana?
Leyenda Jivi ( Guajiva ), Relatada por Luis Blanco, Resumen: América Millán 

Por Ruth Vásquez

                 En el Amazonas viven, entre otros unos indígenas llamados Jivi o Guajibos que tienen una forma poética de explicar el mundo que los rodea, poseen una gran riqueza musical con variados cantos y bailes. Tienen los Jivi además un tesoro en literatura oral, es decir mitos, cuentos y leyendas que los mayores cuentan a los más pequeños para que nunca se olvide.

Y así, de abuelo a nieto, mantener la tradición... Caliebirri-Nae Cudeido es la leyenda de cómo el árbol de todas las frutas se convirtió en el Cerro Autana, y de cómo los animales, que habitaban el pueblo llamado Cudeido, lograron tumbarlo y que las semillas de todos los frutos se regaran sobre la tierra.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Bachué, Leyenda muisca o chibcha. Colombia.

Transcrita por Ruth Vásquez

                Una mañana tibia y primaveral la luz del sol se reflejaba en la laguna de Iguaqué...de pronto su superficie se estremece y de entre las suaves ondas del brumoso ojo de agua emerge una hermosa mujer coronada de guirnaldas que de la mano trae a un niño de tres años. Tranquilamente se deslizan sobre las aguas; por primera vez unos pies humanos tocaban la tierra firme.

Transcurrió el tiempo y bajo el cuidado de Bachué el niño creció y se convirtió en hombre. Fue entonces cuando se desposaron.

martes, 10 de septiembre de 2013

El Cuento de las “Buenas Noches”

Andrés Díaz Marrero
(Dedicado a la escritora portorriqueña, Isabelita Freire Vda. de Matos Paoli)

Por Ruth Vásquez

Hace mucho tiempo existía un lejano lugar en donde nadie dormía. Ni grandes ni chicos, ni varones ni hembras dormían. En fin, lo que se dice nadie. ¡Nadie dormía! Durante el día los mayores trabajaban y los más chicos estudiaban y jugaban como es costumbre. Al anochecer se sentaban o se acostaban a descansar, pero, eso sí, sin dormir un sólo instante, porque a pesar del cansancio no lograban hacerlo. El tiempo de la noche lo pasaban conversando. Los adultos eran más conversadores que los niños, que por haber jugado mucho durante las horas del día sólo sentían deseos de tararear alguna que otra canción. Así que, tanto los mayores como los chicos, terminaban con un enorme aburrimiento; bien sea mirando al techo o contemplando fijamente la triste superficie de las paredes. Los adultos terminaban hinchados de silencio; porque después de hablar, hablar y hablar se les cansaba la lengua y las palabras se negaban a salir de sus bocas. Todo esto ocurría en el transcurso de la noche. Y como sabemos que detrás de cada día llega la noche, bien podemos imaginar como se sentían.

lunes, 9 de septiembre de 2013

El Ñandú, Leyenda mocoví

Graciela Repún (recopiladora), Ilustrado por Rodrigo Folgueira [1]

Por Ruth Vásquez

¡Ahí va el joven indio Nemec! ¡Ahí va el ñandú!

Nemec va escondido, el ñandú va a carrera abierta.
Nemec lo persigue, siempre a distancia, una distancia que no puede acortar.
Hace tanto que Nemec persigue al ñandú que ya no desea alcanzarlo.

El cazador admira a su presa.
Admira su rapidez, la gracia para correr, sus fabulosas plumas.
Sus lamentablemente fabulosas plumas... Porque por ellas lo persigue Nemec.

El jefe de la tribu las necesita para renovar su tocado.
Cuanto más bellas plumas de ñandú tenga en el tocado, más demostrará el jefe su poder.
Y con esa misión ha enviado el jefe a Nemec. Conseguir plumas de ñandú para un tocado nuevo

sábado, 7 de septiembre de 2013

La ley del carro de la basura

Por Ruth Vásquez
Un día me subí a un taxi, me iba para el aeropuerto.

El chofer que me llevaba guiaba el carro por el carril derecho de la pista, cuando de repente un coche negro apareció de improviso desde su parqueo delante de nosotros.

Mi taxista pisó los frenos, y las llantas derraparon en la pista. Se podía oler el olor a quemado de las llantas, pero con la frenada evitó que chocáramos con el otro auto por centímetros!

El conductor del otro coche, giró su cabeza y empezó a gritarnos.