Cuento de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen: EDUCARTE
Con ánimo inusitado decía: -¡Cómo hay nombres que no se corresponden con la realidad!, tal doña Blanca Prudencia, es negra y atrevida; el señor Agraciado Pino, ni es dotado de hermosura ni es alto como una conífera y, además, andariego como nadie; doña Selene, ni un ápice de blancura lunar; don Ángel Villacorta, es un demonio en este longo pueblo; doña Nieves Flor, no tiene la blancura de la nieve ni la gracia de una rosa; y usted don Epigmenio Aquino, cuyo nombre significa apresurado, ansioso y su apellido, comerciante o marinero, es todo lo contrario, posado, calmo que aquí se enraizó como un árbol y no pretende salir de Condorumi.
Usted es un árbol.
-Sí, Aquí nací y aquí moriré, contestó a don Calvino Presbítero, el ateo convicto y confeso de Condorumi.
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viernes, 7 de noviembre de 2014
sábado, 1 de noviembre de 2014
Los Pasteles de Doña Jesús, de Antonio Goicochea
Autor Antonio Goicochea Cruzad
Imagen: Educarte
Hace cincuenta años en San
Miguel.
Doña
Jesús Villanueva había venido a San Miguel dejando su querido Hualgayoc, trajo
con ella la elaboración de “pasteles”
que enriqueció la ya rica tradición amasijera sanmiguelina.
No todos los días había pasteles. Doña Jesús los ponía en venta
para la Pascua de Resurrección, Corpus
Christy, Fiesta Patronal de San Miguel Arcángel, Navidad, Feria de Virgen del
Arco y año nuevo. Llevaba como “recau”
carne de chancho o natilla.
Quien no llegaba a tiempo al horno, ubicado en el Jr. 28 de Julio,
tenía que esperar que abrieran su tienda de venta en la esquina Bolognesi y 28
de Julio.
Casi siempre a las siete de la mañana ya había vendido esta ricura.
Para la Fiesta Patronal y para La Virgen del Arco -29 de diciembre- tenía que
amasar extra, ya que los visitantes de Cajamarca, Lima, y otras ciudades,
pagaban de antemano “sus pasteles” para llevarlos a su ciudad de residencia.
Para prepararlos seguía una rutina no cambiada hasta que dejó este
paraíso en busca de otro mejor: en la víspera preparaba la masa inicial
utilizando como fermento “concho” de chicha.
Tenía que ser medido con precisión
el tiempo de espera porque si se “pasaba” el tiempo la masa se envinagraba, y
-Nadie come pan vinagre –decía. En la madrugada agregaba más harina, yemas de
huevo, manteca de chancho, agua tibia y sal y encargaba doña Jesús Delgado,
Doña Amelia
martes, 28 de octubre de 2014
No dejes morir el amor
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Hubo una vez en la historia del mundo un
día terrible en el que el odio que es el rey de los malos sentimientos, los
defectos y las malas virtudes convoco a una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo y
los deseos más perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con
curiosidad de saber cual era el propósito.
Cuando estuvieron todos hablo el Odio y
dijo: los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a
alguien".
Los asistentes no se extrañaron mucho
pues era el Odio que estaba hablando y el siempre quiere matar a alguien, sin
embargo todos se preguntaban entre si quien seria tan difícil de matar para que
el Odio los necesitara a todos.
Quiero que maten al Amor", dijo.
Muchos sonrieron malévolamente pues más que uno le tenía ganas. El primer
voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:
Yo iré, y les aseguro que en un año el
Amor habrá muerto, provocare tal discordia y rabia que no lo soportara".
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal
Carácter quedaron tan decepcionados.
Lo siento, lo intente todo pero cada vez
que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante.
Fue entonces cuando muy diligente se
ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder
viernes, 24 de octubre de 2014
El acomedido cobrador de microbús por Antonio Goicochea
Cuento publicado en el libro "El Sonido de las
Caracoals".
Autor: Antonio Goicochea Cruzado
Imagen: EDUCARTE
Al subir al microbús me
extrañó que el cobrador me tomara del brazo y con el mayor cuidado me ubicara
en el asiento reservado para mayores de edad y personas con dificultades
físicas. Ya sentado cómodamente, limpié mis lentes oscuros que el oftalmólogo
me había recetado para cuidar mis ojos a los dos días de haber sido operado de
“orzuelo” o chalazión, como ellos lo llaman, luego coloque a mi lado el pequeño
tubo delgado de aluminio que había comprado, de la vidriería “El Dorado”, para
un arreglo en casa.
-Bajan en el siguiente
paradero-, dijo con atiplada voz el cobrador, para hacerse oír por sobre el
sonido del altoparlante que llenaba el ambiente con una salsa de moda, y
bajaron varios pasajeros.
–Bajan, bajan, siguen bajando, ya, dale, dale
Campeón.
En microbús seguía su ruta y
entre subidas y bajadas; y subidas, el vehículo se llenó de tope a tope y el
cobrador: -Al fondo hay sitio…, en la última fila van cinco, acomódense
señores,
martes, 21 de octubre de 2014
Viajando en Burro
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Había una vez un matrimonio con un hijo
de doce años y un burro.
Decidieron viajar, trabajar y conocer el
mundo. Así, se fueron los tres con su burro.
Al pasar por el primer pueblo, la gente
comentaba: "¡ Mira ese chico mal educado!
Él arriba del burro y los pobres padres,
ya grandes, llevándolo de las riendas!".Entonces, la mujer le dijo a su
esposo:
"No permitamos que la gente hable
mal del niño." El esposo lo bajó y se subió él.
Al llegar al segundo pueblo, la gente
murmuraba: "¡ Mira qué sinvergüenza ese tipo! Deja que la criatura y la
pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima!".
Entonces, tomaron la decisión de subirla
a ella al burro mientras padre e hijo tiraban de las riendas.
Al pasar por el tercer pueblo, la gente
comentaba: "¡Pobre hombre! Después de trabajar todo el día, debe llevar a
la mujer sobre el burro!¿Y el pobre hijo? ¡Qué le espera con esa madre!".
Se pusieron de acuerdo y decidieron subir
al burro los tres para comenzar nuevamente su peregrinaje.
Al llegar al pueblo siguiente, escucharon
que los pobladores decían:"¡Son unas bestias, más
domingo, 19 de octubre de 2014
Sequía en Condorumi
Cuento publicado en el Libro "El Sonido de las
Caracolas"
Autor: Antonio
Goicochea
Imagen: EDUCARTE
Ya lo habían dicho los Ayachi, Condorumi tendría dos años
de sequía; estas afirmaciones las hicieron luego de haber observado las
estrellas, el sol, la luna, el rayo, las piedras, los ríos, los puquiales, las
lagunas, tomando el pulso al futuro. Como siempre los pobladores, unos a favor
y otros en contra de los pronósticos comentaban sus pareceres en los recodos de
los caminos, en la plaza pecuaria, en cada reunión comunal.
Condorumi, era una ladera donde se habían ubicado las
casas, y, unos cerros de bosquecillos seco-montanos, buenos para la cría de
cabras. Los llanos en cambio servían para la cría de ovejas y vacas y para el
cultivo de maíz asociado con frijol y otras menestras.
Con el paso de los días los pobladores de Condorumi se
dieron cuenta que el puquio del que se abastecían de agua para el consumo
humano ya traía menos agua y era necesario madrugar y hacer cola para recoger
uno o dos baldes. La laguna que servía de abrevadero de los animales tenía
menos agua que antes. El cielo ya no presentaba nubes y el sol calentaba más.
Era un cielo azul turquí intenso, sin nubes. Los cultivos se secaban. Para
satisfacer las necesidades de su querida profesora los niños tomaron la
decisión de traer un capacho lleno de agua cada uno además del que traían para ellos.
La pequeña laguna se había tornado verde, sus aguas
espesas hacían daño a los animales, tanto
martes, 14 de octubre de 2014
Admitir la miopía
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Un anciano que tenia un grave problema de
miopía se consideraba un experto en evaluación de arte.
Un día visitó un museo con algunos
amigos. Se olvidó los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con
claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.
Tan pronto entraron a la galería, comenzó
a criticar las diferentes pinturas.
Al detenerse ante lo que pensaba era un
retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo.
Con aire de superioridad dijo:"El
marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido en una
forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error
imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato.
El anciano siguió su parloteo sin parar
hasta que su esposa llego, se puso a su lado y al oído le dijo:
"Querido, -estas mirando un
espejo!!!.
Moraleja: Nuestras propias faltas, las
cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en
los demás, debemos mirarnos en el espejo mas a menudo, observar bien para
detectarlas, y tener el valor de corregirlas.
lunes, 13 de octubre de 2014
Los cipreses ornamentales, cuento por Antonio Goicochea
Cuento de Antonio Goicochea
Imagen: Educarte
Don Fredesvindo Chuquitanta, alcalde de Rumichaca, se quedó boquiabierta al ver por primera vez la plaza mayor de Wamanmarca.
-¡Cómo fuera así la placita de mi pueblo! -dijo.
-¡Los cipreses de aquí tienen forma de animalitos!
¡Qué hermosos! Decía alelado. Llevaré la semilla y los plantaré en la placita de Rumichaca, será un parque tan hermoso como la plaza de Wamanmarca.
El jardinero que tijeras en mano podaba las plantas, le dijo:
Señor, si está interesado yo le consigo plantitas en la cantidad que quiera.
Esos cipreses, los que le haré comprar, forman llamas, vicuñas, ovejas, perritos o caballos.
Depende de lo que usted quiera.
Don Fredesvindo, que era de los alcaldes que disponen al toque, hizo cálculos, el parque tiene ocho triángulos, si en cada uno coloco tres plantas, necesito 24, por si algunas mueran, deben ser cincuenta, por sí alguna no pegue.
-Necesito cincuenta.
Imagen: Educarte
Don Fredesvindo Chuquitanta, alcalde de Rumichaca, se quedó boquiabierta al ver por primera vez la plaza mayor de Wamanmarca.
-¡Cómo fuera así la placita de mi pueblo! -dijo.
-¡Los cipreses de aquí tienen forma de animalitos!
¡Qué hermosos! Decía alelado. Llevaré la semilla y los plantaré en la placita de Rumichaca, será un parque tan hermoso como la plaza de Wamanmarca.
El jardinero que tijeras en mano podaba las plantas, le dijo:
Señor, si está interesado yo le consigo plantitas en la cantidad que quiera.
Esos cipreses, los que le haré comprar, forman llamas, vicuñas, ovejas, perritos o caballos.
Depende de lo que usted quiera.
Don Fredesvindo, que era de los alcaldes que disponen al toque, hizo cálculos, el parque tiene ocho triángulos, si en cada uno coloco tres plantas, necesito 24, por si algunas mueran, deben ser cincuenta, por sí alguna no pegue.
-Necesito cincuenta.
martes, 7 de octubre de 2014
El Eco
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Jorge, que no sabía lo que era el eco, se
divertía en la montaña montado sobre un palo de escoba y en gritar:
-¡Arre! ¡Arre!
Inmediatamente oyó las mismas palabras en
el bosque cercano.
Creyendo que alguien se hubiera
escondido, pregunto:
-¿Quien eres tu?
La voz misteriosa repitió
inmediatamente:-
¿Quien eres tu?
Jorge, lleno de furor, grito entonces: -
Tú
eres un idiota.
En seguida la misteriosa voz repitió las
mismas palabras.
Jorge montó en cólera y lanzo palabras
cada vez mas injuriosas contra el desconocido que suponía escondido; pero el
eco se las devolvía con la máxima fidelidad.
Jorge fue hacia donde creía le
respondían, descubrir al insolente y vengarse de el, pero no encontró a nadie.
Entonces marcho a su casa, y fue a consolarse con su mama a quien le comento lo
sucedido.
“Hijo, te has engañado, pues lo que has
oído ha sido el eco de tus mismas palabras” - le dijo la madre -.
“Si tu hubieras dicho en alta voz una
palabra afectuosa, la voz de que hablas te hubiera respondido también en
términos afectuosos.
”Lo mismo sucede en la vida y surgen
dificultades para establecer una buena comunicación.
viernes, 3 de octubre de 2014
La moña, cuento de Antonio Goicochea
Autor
Antonio Goicochea
Imagen: EDUCARTE
– ¿A
dónde vas, Lobita? –me dijo curioso el Meyengue.
– Voy a La Lucma, a don
Jesusito, tengo que reclamar una moña para el toro que vestimos con mis
hermanos. Meyengue, lleva estos dátiles pa’l Santiago, el Baquita y los patas
de La Matanza. Mi papá está alegre y me ha comprado tanto que ya me harté.
A la sombra
del amplio alar de su casa de campo, descansaba en una perezosa don Jesucito,
artista plástico del pueblo, exalumno de Escuela de Artes de Lima. Las paredes
exhibían hermosas litografías, aunque descoloradas por acción del sol y el
tiempo. Sobre la mesa estaba la moña.
–Pasa,
Antoñito, ahí tienes la moña, puedes llevarla, ya tu papá me ha pagado. Pero
lávate las manos, quizá la vayas a ensuciar.
Mis manos mostraban residuos de las cajetas y dátiles que con
dejadez y descuido había comido. Me lavé en un chorrito de agua del arroyo que
pasaba al lado de la casa. Obsequiosa su esposa me alcanzó una toalla.
–Gracias, señora, gracias don Jesucito, dije.
Tomé la moña con cuidado. Era una mariposa plateada de raso
de seda, tenía unos
martes, 30 de septiembre de 2014
El escondite perfecto
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
En el principio de los tiempos, se
reunieron varios demonios para hacer una travesura.
Uno de ellos dijo: "Debemos
quitarles algo a los humanos, pero?, que les quitamos?".
Después de mucho pensar uno dijo:"Ya
se!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla
para que no la puedan encontrar".
Propuso el primero: "Vamos a
esconderla en la cima del monte mas alto del mundo", a lo que
inmediatamente repuso otro: "no, recuerda que tienen fuerza, alguna vez
alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde
esta".
Luego propuso otro: "Entonces vamos
a esconderla en el fondo del mar", y otro contesto: "No, recuerda que
tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar
y entonces la encontrara".
Uno mas dijo: "Escondámosla en un
planeta lejano a la Tierra".
Y le dijeron: "No, recuerda que
tienen inteligencia, y un día alguien van a construir una nave en la que pueda
viajar a otros planetas y la van a descubrir, y entonces todos tendrán
felicidad".
El último de ellos había permanecido en
silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás.
Analizo cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber donde ponerla para
que realmente nunca la encuentren".
Todos voltearon asombrados y preguntaron
al mismo tiempo:"¿Donde?". "La esconderemos dentro de ellos
mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontraran".
Todos estuvieron de acuerdo y desde
entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber
que la trae consigo.
viernes, 26 de septiembre de 2014
Llegó la Banda, por Antonio Goicochea
Imagen: EDUCARTE
Es setiembre. El pueblo aguardó un año para volver a gozar de su fiesta patronal.
En el campo deportivo “San Pedro”, el “Once Amigos” de Zaragoza enfrenta al “Círculo Rojo” de la ciudad. A los alrededores, niños y adultos, hombres y mujeres, alientan a sus equipos. La barra de los zaragocinos se distingue por sus blancos sombreros de fiesta.
De pronto se escucha un cohete en El Pabellón.
– ¡La banda, la banda! –grita Santiago. En tropel, de todos los rincones del campo salen los niños y se dirigen por la Tacura al encuentro de “El Obrero”, el camión de don Vitalicio que este año se había devotado en transportar gratuitamente a los músicos.
–¡La banda, la banda!, ¡la banda, la banda! –gritan los niños y el barullo se hace general.
En la Curva de la Tacura se produce el encuentro.
Algarabía. Más cohetes de golpe confeccionados por el maestro Mayanga Gallo, pirotécnico contratado por los mayordomos para los fuegos artificiales de las noches de fiesta.
De encima de los costales y cajones de mercadería, descienden del camión, jóvenes y adultos, delgados
Es setiembre. El pueblo aguardó un año para volver a gozar de su fiesta patronal.
En el campo deportivo “San Pedro”, el “Once Amigos” de Zaragoza enfrenta al “Círculo Rojo” de la ciudad. A los alrededores, niños y adultos, hombres y mujeres, alientan a sus equipos. La barra de los zaragocinos se distingue por sus blancos sombreros de fiesta.
De pronto se escucha un cohete en El Pabellón.
– ¡La banda, la banda! –grita Santiago. En tropel, de todos los rincones del campo salen los niños y se dirigen por la Tacura al encuentro de “El Obrero”, el camión de don Vitalicio que este año se había devotado en transportar gratuitamente a los músicos.
–¡La banda, la banda!, ¡la banda, la banda! –gritan los niños y el barullo se hace general.
En la Curva de la Tacura se produce el encuentro.
Algarabía. Más cohetes de golpe confeccionados por el maestro Mayanga Gallo, pirotécnico contratado por los mayordomos para los fuegos artificiales de las noches de fiesta.
De encima de los costales y cajones de mercadería, descienden del camión, jóvenes y adultos, delgados
martes, 23 de septiembre de 2014
El alumno y el maestro
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Un alumno quería aprender esoterismo de
un gran maestro.
Insistía mucho para que lo reciba en su clase a lo que el
maestro se negaba una y otra vez
-Maestro es deber enseñar al que lo desea
de corazón!
-No no lo haré, no insistas!
Un día, mientras el maestro caminaba a la
orilla del río que tenia la ciudad, apareció el alumno, y le dijo:
-Creo que es el momento de que me enseñes
Maestro...
-Ven. Acércate.
---Le dijo el maestro mientra el se
aproximaba al agua del rio
--El maestro tomándolo de la cabeza lo
sumergió en el agua un tiempo prudencial, cuando el alumno sentía que se
ahogaba comenzó a rasguñar los brazos del maestro, y cuando este lo hubo sacado
le preguntó,
¿que pensaste cuando te estabas
ahogando?, acaso pensaste en tu familia? y el alumno después de haber tomado
aliento respondió ¡NO!
¿En tus amigos?
-No-
¿Entonces que era lo que pensabas que necesitabas?
-Tenía hambre de Aire, Oxígeno.
Ah!.
Entonces cuando tengas esa misma hambre
por aprender ese día te enseñare.
sábado, 20 de septiembre de 2014
AHORA, NO PODRÁ NEGAR QUE…por Antonio Goicochea
Cuento de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen: EDUCARTE
Alguna vez Giordano le dijo, a Engracia, sus
ardores y fervientes deseos de que Cupido flechara sus corazones y con vientos
a favor fueran al tálamo, sin embargo, ella, desdeñosa, los rechazaba, no
obstante sus labores profesionales los mantenía juntos. Esta vez luego de
consumir un opíparo almuerzo que concluyeron con unas copas de un Cabernet Savignon, tinto,
de cosecha de diez años, fueron, como amantes del buen cine y críticos del
mismo, del diario Veritas Veritatum, a la proyección de “Carne Trémula” de Almodóvar.
Se apoltronaron en las butacas que la administración del establecimiento les tenía reservadas. A los treinta minutos se percataron que algunas parejas, salían en silencio, ocultando su bochorno, ya que solo los no iniciados en el sétimo arte lo hacían sin vergüenza ninguna. Giordano Malespina y Engracia de la Porta, no salieron, también por esas razones y más todavía porque tenían que cumplir con el encargo del diario para el que trabajaban y aunque se les cerraban los párpados, estoicamente, siguieron mirando la película. Pero llegó el momento en que los
martes, 16 de septiembre de 2014
El Albañil
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Un hombre muy rico que un día llamo a su
capataz y le dijo que el iba a salir en un largo viaje y que durante su
ausencia quería que el le construyera una nueva casa. El hombre rico le pidió
que le construyera una buena casa, que usara los mejores materiales y le dijo
que el le pagaría por todos los gastos y la mano de obra a su regreso.
El capataz decidió que era absurdo
trabajar tan duro, esforzarse tanto o emplear los mejores materiales cuando el
dueño no estaba allí para supervisarlo.
Entonces comenzó a trabajar con menos
precisión, a prestar menos atención a los detalles y comenzó a usar materiales
de menor calidad, más baratos y a malgastar y derrochar vanamente el dinero que
de esta manera ahorraba.
Cuando el dueño volvió de su viaje le
pago por todos los recibos, por los materiales y por el tiempo trabajado.
Y luego le pregunto:
"ESTAS SATISFECHO CON LA CASA QUE ME
HASCONSTRUIDO".
Cuando el capataz le respondió
afirmativamente, el dueño le respondió
"Me alegro que asi sea porque la
casa es tuya. Puedes vivir en ella por el resto de tu vida.”
Conclusión: Tú estas construyendo tu
vida desde que naciste. Tu vida es tu Casa. Estas viviendo en una Casa que es tu Vida
Cabe hacerte la pregunta....
¿Esta construyendo la clase de casa de la
cuál puedes estar orgulloso de vivir por el resto de tu vida o estas usando
materiales de baja calidad,
domingo, 14 de septiembre de 2014
Manuelito no quiere ir de paseo, de Antonio Goicochea
Cuento
de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen:
Educarte
-¿Qué es lo que le pasa a Manuelito?- decía para sí la
profesora Magna, al observar que ahora no se integraba al grupo que preparaba
vituallas para el paseo a Rumichaca, no obstante que él era siempre el más
colaborador de la clase.
-¿Manuelito, por qué no trabajas con el grupo?
-No voy a ir al paseo, mi buena señorita Magna.
-¿Pero por qué? ¿Podrías decirme tus razones?
-No deseo ir, señorita.
-¿Pero por qué?-, insistió la profesora.
Ante esa cortante respuesta, la profesora, permitió su
actitud y le sugirió, como que era amante de la lectura, que se entretuviera en
sus libros favoritos en la Biblioteca del Aula. Ya en la hora de recreo la
profesora aprovechó para conversar con la directora. Le hizo conocer su
extrañeza por la inusual conducta de Manuelito. Enterada la directora, ella,
propuso ir a conversar con la mamá.
En las fichas de matrícula conocieron la dirección
domiciliaria; y, decidieron que el
martes, 9 de septiembre de 2014
La sabiduría del águila
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
El águila es el ave con mayor longevidad
de esas especies.
Llega a vivir 70 años, pero para llegar a
esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y
flexibles y no consigue tomara sus presas de las cuales se alimenta. Su pico
largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho.
Sus alas están envejecidas y pesadas y
sus plumas gruesas. Volar se hace ya tan difícil!
Entonces, el águila tiene solamente dos
alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación que durara
150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse
ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.
Después de encontrar ese lugar, el águila
comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego debe
esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer,
comenzará a desplumar sus plumas viejas. Después de cinco meses, sale para su
vuelo de renovación y a vivir 30 años más.
En nuestras vidas, muchas veces tenemos
que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para
continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres,
tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.
Solamente libres del peso del pasado
podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae.
domingo, 7 de septiembre de 2014
MAÑANA JUNTAREMOS MILLASHCUROS
Cuento de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen EDUCARTE
Cinco horas le consumieron el
escabroso y largo camino. La señorita Gaby volvió a su escuelita rural después
de una semana de justificada ausencia. Trajo a cuestas, sudorosa, además de sus
semanales vituallas, un rollo de láminas.
Después
de las rutinas de inicio semanal: formación, saludo a la bandera, himno
nacional, oración matinal; desempolvó una lámina vieja del anaquel de la
dirección, abandonada hacía varias décadas, donde se veía a un tren junto a un
letrero de cuatro círculos que decía: ojo, pare, cruce, tren, e inicia la clase
LAS REGLAS DE TRÁNSITO, ayudándose, además, del rotafolio traído.
Muy locuaz la señorita explicó las
reglas. El rotafolio se iniciaba con la lámina de un policía con guantes,
correa y caso blancos, la segunda lámina presentaba un cruce de calles de una
gran ciudad, la tercera un semáforo solo. La lámina del tren la colgó en un
clavito que había en una pared lateral del aula.
A reojo los alumnos miraban la
lámina del tren. No conocían ni barcos, ni trenes. Solo conocían camiones que
veían en la lejana carretera, al frente, en el otro cerro; y, a los aviones que
veían chiquitos por los aires. De pronto un alumno
martes, 2 de septiembre de 2014
Aférrate a lo que realmente importa en la vida
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
- Aférrate a la fe porque es la fuente de la creencia de que todo es posible. Es la fibra y la fortaleza de un alma confiada.
- Aférrate a la esperanza porque destierra la duda y da lugar a actitudes positivas y alegres.
- Aférrate a la confianza porque se encuentra en el corazón de las relaciones fructíferas que son seguras y satisfechas.
- Aférrate al amor porque es el don mas preciado de la vida, porque es generoso, se preocupa y da significado a la vida.
- Aférrate a la familia y a los amigos porque son las personas más importantes en tu vida y porque hacen del mundo un lugar mejor. Ellos son tus raíces y la semilla de la cual creciste, son la vida que ha crecido con el tiempo para alimentarte, ayudarte a seguir tu camino y permanecer siempre cerca de ti.
- Aférrate a todo lo que eres y a todo lo que has aprendido, porque esto es lo que te convierte en un ser singular. No menosprecies lo que sientes y lo que crees que es bueno e importante, tu corazón te habla con más fuerza que tu mente.
- Aférrate a tus sueños, alcánzalos de manera diligente y honrada. No temas nunca al camino más fácil ni te rindas ante el engaño.
viernes, 29 de agosto de 2014
EL LANDARUTO, por Antonio Goicochea
Escribe:
Antonio Goicochea Cruzado
Imagen:
EDUCARTE
El
landaruto, es la fiesta familiar que se hace en el primer corte de cabello de
un niño, preferentemente en el área rural. Suele realizarse en el cumpleaños,
entre el segundo y el quinto. Para ello se escogen los padrinos entre las
amistades o familiares con mayor posibilidad de hacer buenos regalos. En
algunos casos puede ser que el familiar o amigo pida ser el padrino de corte de
pelo.
La
víspera de la ceremonia, la mamá ha mingado a las vecinas o amistades de mayor
confianza para hacer los preparos para la comilona. El papá se ha encargado de
contratar a la banda típica de músicos o al mejor equipo de sonido del lugar.
Los cuyes cuelgan de poste a poste, las gallinas rebosan las lipas.
Llegado
el día, por la mañana, las mingas llenan
las pailas de papas peladas, hacen sonar los batanes en la molienda de
condimentos y rocoto y barren la casa.
Antes
que el sol se oculte, el papá, estrenando sombrero de palma y poncho merino,
botella en mano recibe a los invitados. Ya se dejan escuchar los acordes
musicales, que van poniendo el ánimo en punto.
Por
la noche, la madre, ataviada con el mejor traje y con sombrero nuevo de palma,
es ubicada en una silla en el lugar más destacado de la sala, que puede ser
también al centro, carga en faldas al niño, al cual se le han amarrado
mechoncitos de pelo (shimbas), los más que se han podido para dar oportunidad
de más cortes.
Los
padrinos, marido y esposa, con tijeras en mano, cortan sendos mechoncitos
martes, 26 de agosto de 2014
Henry Ford y su Motor V-8
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Hace años, Henry Ford decidió desarrollar
el ahora célebre motor conocido como V-8. Quería construir un motor con los
ocho cilindros fundidos en un solo bloque.
Dio instrucciones a los ingenieros en el sentido
de que proyectaran semejante motor. Los ingenieros afirmaron como un solo
hombre que era de todo punto IMPOSIBLE fundir un bloque de motor de ocho
cilindros en una sola pieza.
"Háganlo de todos modos", les
dijo Ford.
"Pero es que no es posible",
replicaron ellos.
"Pongan manos a la obra
-les ordenó Ford- y sigan esforzándose
hasta que lo consigan, no importa el tiempo que haga falta".
Los ingenieros pusieron manos a la obra.
No tenían más remedio que hacerlo, si querían seguir perteneciendo al equipo de
la Ford.
Transcurrieron seis meses sin que lo
lograran.
Transcurrieron otros seis meses y tampoco
lo consiguieron.
Cuanto más lo intentaban, tanto
más"imposible" parecía.
"A finales de año, Ford se puso en
contacto con sus ingenieros.
Una vez más, éstos le informaron de que
no habían sido capaces de cumplir sus órdenes.
"Sigan trabajando -les dijo Ford-.
Lo quiero y lo tendré".
¿Y qué ocurrió?
viernes, 22 de agosto de 2014
Adonde fueres, haz lo que vieres, cuento por Antonio Goicochea
Cuento de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen: Educarte
Ahora, que conocería Rioja, tierra de los
ancestros de su adorada Vidalina, se conduciría de la mejor manera, seguiría la
conseja: “Adonde fueres, haz lo que
vieres”, que siempre lo escuchó de sus mentores; y, teniendo como guía esta
sentencia popular para su actuar en mundos desconocidos, se planteó Macedonio,
participar en todas las actividades de su nueva familia, como un miembro más,
para que no fuera visto como un “adecentado” o como un estorbo.
Macedonio Quiroz y su idolatrada Vidalina
Iberico, venían desde Cajamarca, sorteando peripecias angustiantes en el
camino, a lomo de mulas y con un arriero como guía, pasando por Celendín y
Chachapoyas, llegaron a Rioja, él a conocer los ancestros de la consorte y
ambos a celebrar un año de feliz matrimonio.
Pasada la efusión de la bienvenida, doña
Filiberta, mamá de Vidalina, hacía los preparativos para hacer el típico plato poroto
martes, 19 de agosto de 2014
El acróbata y la joven
Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Un hombre y una joven huérfana se habían
especializado en un número circense que consistía en que la niña trepaba por un
lago palo que el hombre sostenía sobre sus hombros. La prueba no estaba exenta
de riesgos y por eso el hombre le indico ala joven:
-Mira, para evitar que pueda ocurrirnos
un accidente, lo mejor será que, mientras hacemos nuestro número, yo me ocupe
de lo que tu estas haciendo y tu de lo que hago yo.
De ese modo no correremos peligro.
-No, eso no es acertado. Yo me ocupare de
mí y tú te ocuparas de ti, y así, estando cada uno muy pendiente de lo que uno
mismo hace, evitaremos cualquier accidente.
Permanezca atento y vigilante de usted y libre sus propias batallas
en lugar de intervenir en la de otros.
Atento de usted mismo, avanzara seguro
viernes, 15 de agosto de 2014
La cartita esperada, cuento por Antonio Goicochea
Cuento de
Antonio Goicochea Cruzado
Imagen:
EDUCARTE
Ninguno,
como yo, estaba más ansioso, de que abrieran el paquete que llegó a la
Dirección de mi escuela “José Antonio Encinas” con la respuesta a nuestras
cartitas que les escribimos a nuestros amigos asháninkas, a los que hacía un
mes y medio los habíamos visitado.
En mi
cartita le decía a Juaneco Shirorinki mis impresiones de la semana que pasamos
en su comunidad, -
“cuando en
un mortero de piedra, sacamos “del sacha
inchi su aceite”, y que me dijiste que era buenenque para quitar “de la
sangre sus grasas malas”, cuando “recogimos parel majaz y parel ronsoco su
yerbita”, y cuando me pinché el dedo al colocar la carnaza en el anzuelo y
me envolviste mi dedo con una hojita y lo amarraste con la corteza de una liana
y al día siguiente, no tenía ningún daño”. Y, le decía que nuestros talegos de dormir, solo sirvieron de
colchón en las tarimas de caña, por el calor, en cambio si nos sirvieron los
mosquiteros. Que la yuca, el plátano, los peces del río y los animales del
monte hacen de su comida una exquisitez. Le decía, también, que aquí en Lima
preparé patarashca con cachemita y hoja de plátano, no como allá con gamitana y
bijau. Que me gozo de haber hecho un amigo, un confidente que me enseñó cómo
respetar la naturaleza, respetar y querer a las áreas protegidas y que le seguiré
contando de mi escuela y de mi vida, al igual que espero que él me cuente las
suyas.
La
profesora Érika abrió el paquete, puso, en la mesa central de conferencias, las
cartas para que cada uno cogiera la suya. Todas traían el mismo sobre, los
abrimos. Las cartitas venían en un en un hermoso papel de color verde, como la
naturaleza selvática,
Y todos, sorprendidos,
después de leer las primeras líneas, husmeamos en la carta del vecino y así la
de los otros y como impulsados por un resorte al unísono leímos: Río Negro,
Satipo, Junín, 25 de julio del año del 2005.