Páginas

miércoles, 10 de julio de 2013

Leyenda: El Guaraná, Brasil

Tomado de la Colección Orellana N° 22, Leyendas de la Amazonía brasileña

Guaraná significa “parecido a la gente viva”. Es un fruto de la Amazonia usado  para hacer un refresco de sabor dulce y agradable. Es una bebida bastante popular en la región amazónica. 

El origen de este fruto está explicado en la siguiente leyenda.

Una pareja de indios perteneciente a la tribu Maués, vivían juntos durante muchos años sin tener hijos, pero deseaban ser padres. Un día le pidieron a Tupá que les diera un hijo para completar su felicidad. Tupá, el rey de los dioses, que sabía que la pareja era muy bondadosa, les concedió el deseo y les dio un niño muy lindo.


El tiempo pasó rápidamente y el niño creció siendo hermoso, generoso y bueno. Sin embargo Jurupari [1], el dios de la oscuridad, sentía una gran envidia del niño y de la paz y felicidad que transmitía, por lo que decidió segar aquella vida en flor.

Un día, el niño fue a colectar frutos al campo y Jurupari aprovechó la ocasión para consumar su venganza. Se transformó en una serpiente venenosa y mordió al niño, matándolo al instante.

La triste noticia se difundió rápidamente. En ese momento, hicieron eco los truenos y fuertes relámpagos cayeron en la aldea. La madre, que lloraba desesperadamente, entendió que los truenos eran un mensaje de Tupá, diciéndole que debería plantar los ojos del niño y que de ellos crecería una nueva planta que daría sabrosos frutos.

Los indios obedecieron los pedidos de la madre y plantaron los ojos del niño. En ese lugar creció el guaraná, cuyas semillas son negras, cada una con un anillo alrededor, imitando los ojos humanos. Esa planta trajo el progreso de la tribu debido al abundante comercio. Y como confirman los sabios, da vida, fortalece a los jóvenes y revigoriza a los mayores.




[1] Jurupari es el todopoderoso señor de las selvas. El mito de Jurupari es el más conocido por toda la Amazonia. Nacido de una virgen, se transformó en el líder de su pueblo aún siendo un niño, y llegó a ser identificado como el diablo por los primeros misioneros. Mientras que Tupá se sincretizaba como el dios cristiano, Jurupari representaba al demonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario