Con afecto de Ruth Vásquez
Imágenes Educarte
Un experto asesor de empresas en
"Gestión del Tiempo", quiso sorprender a los asistentes a su conferencia.
Sacó de debajo del escritorio un frasco
grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa junto a una bandeja con piedras
del tamaño de un puño y preguntó: ¿Cuántas piedras piensan que caben en el
frasco?
Después de que los asistentes hicieran
sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco.
Luego preguntó: ¿Está lleno? Todo el
mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con
gravilla (piedritas).
Metió parte de la gravilla en el frasco y
lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras
grandes.
El experto sonrió con ironía y repitió:
¿Está lleno?
Esta vez los oyentes dudaron: Tal vez
no.¡Bien! Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el
frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras
y la grava.
¿Está lleno? preguntó de nuevo.¡No!, exclamaron los asistentes.
Bien, dijo, y tomó una jarra de agua de
un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba. Bueno,
¿qué hemos demostrado?, preguntó.
Un alumno respondió:
Que no importa lo llena que esté tu agenda,
si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas.
¡NO! concluyó el experto: Lo que esta
lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca
podrás colocarlas después.
¿Cuales son las grandes piedras en la
vida?
Tu esposa/o, tus hijos, Dios, tus amigos
(los demás), tus sueños, tu salud, la persona amada. Recuerda: Ponlas primero.
El resto, si hace falta (y habitualmente son cosas materiales), encontrará su
lugar.
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