Cuento de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen: Educarte
Ahora, que conocería Rioja, tierra de los
ancestros de su adorada Vidalina, se conduciría de la mejor manera, seguiría la
conseja: “Adonde fueres, haz lo que
vieres”, que siempre lo escuchó de sus mentores; y, teniendo como guía esta
sentencia popular para su actuar en mundos desconocidos, se planteó Macedonio,
participar en todas las actividades de su nueva familia, como un miembro más,
para que no fuera visto como un “adecentado” o como un estorbo.
Macedonio Quiroz y su idolatrada Vidalina
Iberico, venían desde Cajamarca, sorteando peripecias angustiantes en el
camino, a lomo de mulas y con un arriero como guía, pasando por Celendín y
Chachapoyas, llegaron a Rioja, él a conocer los ancestros de la consorte y
ambos a celebrar un año de feliz matrimonio.
Pasada la efusión de la bienvenida, doña
Filiberta, mamá de Vidalina, hacía los preparativos para hacer el típico plato poroto
shirumbe con su chanchito y frejolito
melamela, con manifiesto deseo de agradar al visitante.
-Compraremos
lo necesario en el mercado. Al escuchar los preparativos y entre ellos que
había que comprar tres libras de carne de cuchi,
Macedonio se ofreció ir al camal y para eso pidió también una canasta, según,
creía, la usanza del pueblo.
-Así como los hombres no pueden traer
agua en tinajas sobre una humashima, arriba de su cabeza, como lo hacen las
mujeres, sino en una jicra sobre los hombros, las canastas son pa´ las mujeres
o los bengos. ¡¿Shegue tú?, no hom…!, pa´ los machos el gancho, toma. Traes
tres libras entre carne, patas, rabos y orejas de chancho, le dijo Vidalina y le alcanzó un gancho
de fierro donde debería colgar la carne. -Nosotras te indicaremos donde queda
el camal.
Así lo hicieron y don Macedonio,
horondo caballero, con el gancho a la mano, llegó al camal. Como niño
memorioso, hizo el pedido tal como le había dicho su suegra. El carnicero le
pidió el gancho, colocó la carne y se lo devolvió con el avío. –¡Ashahom ese poroto shirumbre, cumpa, con su inguirito! ¡Que se chupe
los dedos!, le dijo el carnicero.
Macedonio, prosista él, llevaba el
gancho un poco separado del talle, para no mancharse la ropa. De pronto, al
voltear la esquina, dos perros que estaban agazapados le arrancharon la carne
con todo gancho y fueron lejos a pelearse el botín.
Macedonio retornó humillado a la casa
a sacar más dinero y a la usanza cajamarquina, cogió una alforja y se fue otra
vez al mercado para comprar más carne.
Cuando retornaron las dos mujeres con
las compras, viendo a la alforja, manchada de sangre sobre la mesa y a un compungido
y avergonzado a Macedonio; dijo doña
Filiberta:
-
Insha
Olvidamos “alvertirte”: ¡del camal sus perros illurros tuvieras cuidau!
Ficción formulada por Antonio Goicochea C. sobre la
base de las referencias de don Héctor del Águila y doña Astriht Ruiz.
Glosario
riojano:
Allahom:
Ashahom, término de admiración de algo grande.
Alvertirte: Advertirte
Bengo, shegue: Afeminado
Cuchi: Chancho, cerdo.
Cumpa: Compadre, trato amical
riojano.
Humallina:
Humashina, envoltorio
de tela, en forma de almohadilla circular, que se ponen sobre la cabeza las
mujeres para sobre ella colocar el cántaro en que transportan agua.
Inguirito:
Plátano sancochado que
acompaña a las comidas.
Illurros: Que solo
les gusta comen carne. Arranchadores.
Inlla:
Insha,
expresión de sorpresa.
Jicra: Bolsón hecho de chambira, una fibra
vegetal. En Rioja lo hacen de paja (bombonaje).
Melamela:
Fijol bien cocido, cremoso.
Poroto shirumbe:
Es un plato preparado con orejas, patas y rostro de chancho y frijol
huasca. También conocido
como huasca poroto es una
especie de frijol. Se cultiva en la selva, tiene
un alto contenido de proteínas (22%-28%), vitaminas, minerales y fibras solubles (pectinas),
los cuales poseen efectos en la prevención de enfermedades del corazón,
obesidad y tubo digestivo.
Talle: Cuerpo.
Tinaja: Ceramio
oblongo para transportar agua.
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