
UNA OPORTUNIDAD PARA MÍ
 Estoy cansado de estudiar, y de ver a la misma gente todos los días.  Llego a casa y mi mamá me sirve la comida     que no me gusta y se enfada conmigo por ello, no entiende que no deseo esa comida y grita diciéndome que muchos niños no tiene ni qué comer y yo desperdicio lo que con mucho amor y sacrificio me ha preparado.
 Muy enfadado le respondí que  estaba harto de todos y que sólo quería estar solo para que así nadie pueda fastidiarme, me retiré de la mesa y me dirigí a mi cuarto, me acosté en mi cama,    pensando que lo único bueno era el sueño, puesto que así podría estar tranquilo y sentiría un gran alivio al olvidarme de todo y de todos.
¡Hola, vengo por ti!
¿Quién eres?  ¿Cómo entraste?
Me manda Dios por ti, dice que  escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar.
 Eso no es posible, para eso tendría que  estar ….
 Así  es, si lo estás, ya no te preocupes  por ver la  misma  gente, ya no te preocuparás por estudiar ni aguantar a tu mamá y a sus comidas.
 Pero ¿Qué pasará  con mi mamá?.
 Por ella no te preocupes,  pues fue  premiada  con un niño  que la respeta y la admira  por la cualidades  que tú nunca observaste  en ella, y  da gracias  a Dios, porque tienen  algo que llevarse a la boca  todos los días a diferencia  de  otras personas  que no tienen  que comer y pasan hambre  hasta por meses.
¡No, no puedo  estar muerto!
 Lo  siento, la decisión  y a fue tomada.
 Pero eso significa  que jamás  volveré  a besar a mamá,  ni a decirle  lo mucho  que la quiero, no volveré  a vivir , yo no existiré más,  me enterrarán en el panteón   y ahí se quedará mi cuerpo  cubierto  de tierra.
 ¡Nunca  volveré  a escuchar  las palabras  que me decían!
 Amigo  eres el mejor, hijito mío estoy orgulloso de ti y así que  siempre me gustaba escuchar.
 ¡No! No quiero morir, quiero vivir, quiero estar junto a mi mamá, no quiero   morir todavía, quiero  disfrutar  lo hermoso de la vida.
 Pero  ¿No  es eso  lo que querías?, ¡Descansar!, ahora tienes descanso eterno, ¡Duerme para siempre!.
 No, ¡No quiero, no quiero!, ¡Por favor Dios!...
 ¿Qué pasa hijito?, ¿Tienes una pesadilla? Dijo mi madre despertándome.
La abrasé  muy fuerte  y le dije  que me perdonara  por mi mala actitud.
  ¿Sabes?, estando  muerto, ya nada puedes hacer y estando vivo tienes la oportunidad  de hacer feliz  a los demás  y hacer la voluntad  de Dios. Una vez  cerrados los ojos  nadie te garantiza  que volverá ha abrirlos.
FIN.
Nombres y Apellidos: Erick Antonio,  Díaz Aroca
Edad: 10 años
Seudónimo: Viento 
Categoría: B
Centro Educativo: Segundo Muñoz Cabrera
Puesto: Tercero
 
 
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