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martes, 27 de diciembre de 2005

Año 2005 Cat. A Primer Puesto "El viejo árbol"


EL VIEJO ARBOL
Érase en algún tiempo muy pasado, hubo un árbol, un viejo árbol aún fuerte y vigoroso poco quemado por el sol, arrugado por el tiempo en medio de un valle, el árbol aún orgulloso, seguro y fuerte.
Un día al amanecer, sintió una extraña presencia y dijo ¡este temor que tengo! ¿será acaso un leñador?. El vivía atormentado por los leñadores aún a él no lo habían tocado pero él ya había escuchado el lamento de sus otros amigos que le contaban que era muy doloroso; pero oh sorpresa eran dos niños que venían a amarrar una soga, una gruesa soga en una de sus ramas pero le preguntaron: ¿Señor árbol nos daría usted permiso para atar una soga a una de sus ramas?...hubo un pequeño silencio y este les contestó; ¿para que queréis atar una soga en mis ramas? ¡es que queremos jugar a columpiarnos! ¿y no me haréis daño? ¡No señor árbol no le haremos daño! Entonces tenéis mi permiso; les dijo.
El árbol rió, rió mucho al ver como los niños se divertían y jugaban y también caían, jugaron hasta muy tarde y tanto reír y jugar cayeron rendidos de cansancio, se quedaron dormidos y el señor árbol bajo una de sus ramas y los acobijó con sus hojas, sus grandes hojas y ellos durmieron toda la tarde hasta que sintieron que a lo lejos alguien los llamaba por su nombre y el árbol con mucha delicadeza los bajo y este sintió mucha pena pero los niños tenían que irse con los suyos ¡pero dejaron olvidado la soga! Y el árbol sintió mucha alegría porque sabía que regresarían y ya no estaría solo, aunque sea por un momento más no importa pequeño.
Pasaron muchísimos años y el árbol viejo, árbol ya un poco doblado quizás ya quemado por el sol ya no daba mucho fruto y sin hojas por el otoño el ya casi no podía pronunciar palabra, se estaba quedando mudo ya que nadie hablaba con él, se estaba olvidando como pronunciar palabras, sintió nuevamente un extraño presentimiento parecido al de muchos años atrás sintió escalofríos mucho miedo … ¡ vio que venían un grupo de leñadores con equipos, camiones, picos , palas y muchas otras cosas mas sí venían directo a él empezaron a medirlo, algunos hombres se subieron a sus ramas a sacar los pocos frutos que le quedaban así fueran verdes o maduros a esta gente no le importaba dañar sus ramas sólo reían a carcajadas y se divertían sin pensar si el árbol tendría o no dolores y el sólo los miraba y luego empezaron a caérsele gruesas lágrimas si lágrimas y las personas que estaban sobre el sintieron miedo mucho miedo y empezaron a bajar rápidamente asustados muy asustados y les contaban a sus amigos los sucedido y ellos se quedaron a un lado mirando al viejo árbol sin saber que hacer luego vino uno de los jefes y les dijo! ¡Sigan con su trabajo que para eso se les paga y el empezó a cortar el árbol, y éste empezó a moverse lentamente sus ramas luego se acercó a otro grupo de gente de los mismos asombrados y uno de ellos el jefe de todos vio caer gruesas lágrimas del árbol y cuando estaban ya a punto de cortarlo lo observaron muy detenidamente y vio algo y éste dijo: ¡Nooooooo! ¡no lo corten! ¡Nooooo! ¡No lo hagan! ¿sabes que fue lo que observó? vio la soga vieja quemada por el sol y recordó cuando vino a jugar con sus amigos el era uno de los niños que vinieron a jugar con el árbol les dijo a todos váyanse y déjenme solo con él, entonces todos asombrados se fueron rápidamente y el se puso a llorar y dijo: ¿Me recuerdas, recuerdas quien soy?... ¡Cómo olvidar mi pequeño niño si parece que fue ayer cuando venisteis a pedirme que te dejara jugar en mis ramas con tu pequeña soga! ¡y yo allí la guardé para tu regreso y siempre esperé por ustedes pero nunca más vinieron! Y el hombre le pidió perdón, sí perdón por el daño que te causé, por el susto que te di y te prometo que nunca más nadie los tocará a tus amigos ni a ti, porque te protegeré por todos los años que me queden de vida.
El viejo árbol extendió sus ramas y lo hizo subir lo arrulló y lo cubrió con sus ramas y se convirtieron en unos solo.
Ahora este viejo árbol y el hombre joven son el guardián del bosque.
Nombres y Apellidos: Válerí Saldaña Carranza.
Edad: 8 años
Seudónimo: Piel de Otoño.
Categoría: A.
Centro Educativo: “Ramón Castilla”.
Puesto: Primero

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