“La Flor Presumida que Perdió su Color”
Había una vez una flor orgullosa de su belleza, de su aroma y sobre todo de su color era un raro pero hermoso.
Todas las hierbas, flores, árboles vivían enamorados de la bella flor, pero la flor nunca tenía una sonrisa para los demás.
Una mañana soleada con el cielo despejado un pequeño trébol verde se acercó y le dijo:
¡Qué hermosa que eres! ¿Cómo te llamas?
La flor como si no lo hubiera escuchado lo ignoró, el trébol acercándose u poco más volvió a preguntarle: ¿Cómo te llamas?
La flor ya no podía darse la no enterada y muy molesta respondió:
¡No te has dado cuenta lo insignificante que eres! ¿Cómo te atreves a hablarme?
El trébol verde apenado vio a la flor muy hermosa pero con un mal corazón.
El mismo día un cartucho blanco al verla pasar se inclinó hacia ella como si la estuviera saludando. La flor lo miró con rabia y le dijo ¿Cómo te atreves a acercarte a mi? ¡No te has dado cuenta de tu color feo y opaco que tienes! El cartucho mirando su único pétalo se apenó por no haber logrado que la flor se fijara en él.
A la mañana siguiente cuando el sol brillaba como nunca un pequeño girasol que ignora su maldad de la bella flor lanzó un silbido de enamorado. Y la flor muy molesta replicó no seas atrevido eres un girasol alto pero feo y con un color amarillo chillón. El girasol agachó su cabeza y no quiso levantarla aunque el sol lo llamaba para consolarlo.
Una tarde llegó desde muy lejos un clavel rojo empolvado y desflecado por el largo camino que tuvo que recorrer, el clavel al verla pasar le dijo:
No me importa tu sacrificio, eres un clavel sucio y despeinado y con color muy encendido ¡No me gustas regresa por donde has venido!
La flor cada vez se volvía más presumida al ver que la admiraban. La flor fue visitada por un papelillo morado, gladiolo anaranjado, crisantemo rosado, magnolio crema, pensamiento azul, lirio celeste, trigo dorado y jazmín lila. Para ella todos eran insignificantes y con un color horrible.
Una mañana la flor despertó y para sorpresa de todos la flor no lucía hermosa. La flor sin saberlo aún caminaba presumiendo, hasta que un pequeño diente de león se atrevió a decirle que fea flor no tiene color.
¡Oh no!, es terrible lo que me ha sucedido dijo llorando la flor.
La flor fue a buscar a cada uno de sus pretendientes, todos tenían la misma respuesta la indiferencia. La flor se sentó a llorar su soledad sabiendo que moriría muy pronto sin dejar hijos. Al día siguiente para sorpresa de todos solo encontraron un montón de hojas secas y sin color, por la pena de lo sucedido todos lloraron tantas lágrimas cayeron que de las raíces volvieron a brotar unas hojas parecidas al trébol pero con una bella flor que cada vez cambia de color.
A veces se pone amarillo como el girasol dando luz y calor, otras veces es de color verde como el pasto en primavera, algunas veces es de color celeste como el lirio, otras veces de color rojo como el clavel, a veces se pone de color lila como el jazmín, otras veces es de color anaranjado como el gladiolo, a veces se pone de color dorado como el trigo, otras veces es de color azul como el pensamiento, otras veces es de color rosado como el crisantema, a veces es de color.
Mención Honrosa
Nombres Y Apellidos: María Soledad Chávez Villanueva.
Edad: 11 años
Centro Educativo: Ramón Castilla
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