“Bendición o Desgracia”
Había una vez un anciano que se llamaba Cipriano. El pobre anciano tenía un hijo que se llamaba Carlos.
Un día se escapó de su corral el único caballo con el que trabajaban, la gente le decían: - ¡Que desgracia la suya buen señor!.
Él les respondía: - Quizás sea una desgracia o quizás una bendición.
Después de un mes su caballo regresó pero ahora con un bellísimo caballo salvaje, otra vez la gente decía: - ¡Qué bendición la suya don Cipriano!, a lo que él les replicaba: - Quizás sea una bendición o una desgracia.
Su hijo una vez montó el caballo salvaje para domarlo a lo cual se cayó y se fracturó la pierna.
La gente le decía a don Cipriano: ¡Que desgracia la suya buen hombre!.
A lo que él des decía: - Quizás sea una desgracia o una bendición.
Una semana después el comandante vino a reclutar a jóvenes para la guerra, pero vieron a Carlos el hijo de Cipriano que no podía ir a la guerra por su pierna fracturada a lo cual le decía la gente: ¡Qué bendición la suya Cipriano!
El como siempre respondió: - Quizás sea una bendición o quizás una desgracia.
FIN.
Categoría “B”
Mención Honrosa
Nombres Y Apellidos: David Eduardo, Trinidad Saavedra
Centro Educativo: Divino Maestro
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